martes, 19 de abril de 2011

Seitán casero


Con esto de comer vegetariano me estaba empezando a preocupar por las proteinas. Compré tofu y a mi hija le encantó, pero me quedé con ese amargor por lo caro que me salió. Después de investigar descubrí que es relativamente fácil hacer seitán en tu propia casa por lo que me puse manos a la obra y lo hice.

Para los que no estén familiarizados, el seitán es el glúten del trigo lavado, hervido y especiado.
Un amigo me preguntaba que a qué sabía y me quedé sin palabras, esto es muy personal, pero a mi me recuerda a la textura de los frankfurts o de los tacos de fiambre de pavo, en cuanto al sabor depende bastante de lo que le eches, pero básicamente sabe a la salsa de soja y a algas.

Se conserva dentro del agua en que lo habremos hervido en la nevera unos 4 días, si lo metemos sólo en salsa de soja dura unas semanas en la nevera pero se tiene que escurrir bien y desalar antes de usar y en el congelador nos durará meses.

Esta receta ha sido un remix de HazteVegetariano y de las recetas que vienen en los libros: "El libro de la Macrobiotica" de Michio Kushi (ed. Edaf) ISBN: 84-7640-134-5 y "El libro de la cocina natural" de Integral ISBN: 84-85351-82-7.

Ingredientes:
- 1500 gr de harina (se puede usar la cantidad que querais)
- 1800 ml. de agua (1l. para hervir y el resto para hacer la masa, a más harina más agua y a menos, menos)
- 250 ml. de salsa de soja
- 2 dientes de ajo
- alga kombu (nosotros no teníamos y quedó bien también, si le ponemos el alga complementamos con muchas vitaminas y minerales)

Elaboración:
Hacemos una masa con el kilo y medio de harina y los 800 ml. de agua, la cantidad de agua es orientativa, tiene que quedarnos una masa como cuando hacemos pan o pizza, que no se pegue en las manos, modificaremos de harina o agua hasta conseguir esta textura. En casa lo amasamos con panificadora menú pasta, pero también se puede hacer a mano.
Una vez tenemos la bola podemos dividirla en varios trozos o usarla entera, a priori da la tentación de hacerla un montón de trocitos porque queda una masa enorme pero luego se reduce un montón, como 4 o 5 veces más pequeña que el tamaño original. Nosotros la dejamos entera, buscamos un recipiente suficientemente grande donde meter la bola y cubrimos por completo con agua fría. Dejamos reposar 45 minutos.
Pasado el tiempo el proceso se basa en ir lavando la bola hasta que deje de soltar líquido blanco (el almidón).
Os aviso de que este proceso es laaaaaaaaaaaargooooooo.
Cada uno encontrará la técnica que le vaya mejor, dejarla en el recipiente e ir cambiando el agua, ir dando vueltas con cuidado debajo del grifo (esta es un poco peligrosa porque se te puede caer al principio, pero hacia el final del proceso, cuando la bola es más pequeña es muy útil), ir dejando en remojo de 5 en 5 minutos...
Nosotros empezamos lavando dentro del bol cuando el agua se volvía tan blanca como la leche la cambiabamos y vuelta a empezar. Al cabo de casi una hora, fuimos dejando en remojo en periodos de 10-15 minutos y cambiando el agua, finalmente cuando el agua salía apenas blanca le dimos un ultimo lavado final directamente debajo del grifo.
Al final nos queda una bola diminuta (en comparación con la inicial) con una textura y una pinta de cerebro, según mi marido. Con vetas más oscuras y un color general entre beige y grisaceo. Ya está lista!!!

Seitán a mitad de proceso, aún tenía que soltar muuuucho almidón

Para terminar el proceso pondremos a hervir el litro de agua con la soja, los ajos y las algas si las teneis, cuando esté burbujeando metemos la bola (o bolas si las quereis partir) y dejamos hervir durante 20 minutos si nos gusta más blando o 45 si queremos una textura más consistente. Nosotros dejamos 45 y es la textura de la comercial.

Seitán antes de cocinarse
Seitán ya cocinado, crece un poquito
 Apagamos, tapamos y dejamos enfríar para poderlo pasar a un recipiente en la nevera o cortar y congelar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario